Etapa decisiva


Cabe esperar que se apliquen la nueva reforma del sector financiero, aprobada por el Gobierno el 31 de agosto; las ayudas y condiciones procedentes de la Unión Europea; así como también las condiciones del plan estratégico de Bankia.

Finalizando ya el periodo estival, nos encontramos ante una etapa decisiva para el sector financiero y, en particular, para Bankia y su plantilla. En esta etapa, en efecto, cabe esperar que se apliquen la nueva reforma del sector financiero, aprobada por el Gobierno el 31 de agosto; las ayudas y condiciones procedentes de la Unión Europea; así como también las condiciones del plan estratégico de Bankia, todavía por definir, y del que los recientes cambios en el organigrama son un primer paso.

En una situación económica y financiera que sigue siendo extremadamente complicada, CC.OO. ha exigido al Gobierno que la nueva reforma del sector financiero atienda a la reactivación del crédito, al empleo y a los derechos de las y los clientes; una reforma que, en todo caso, está pendiente de su publicación en el BOE, siendo necesario analizar en detalle su redacción final.

A su vez, la puesta en marcha de este conjunto de medidas debe contribuir a despejar las numerosas incertidumbres que persisten en torno a Bankia y empezar a definir, en definitiva, el futuro de esta entidad.

En el plano laboral será necesario analizar y atender las derivadas que el nuevo plan estratégico de Bankia pueda introducir, desde la exigencia de respeto a los derechos e intereses de la plantilla y en el marco de la negociación colectiva; así como también es necesario culminar la redacción del acuerdo de principios de armonización de condiciones laborales, suscrito en Julio con la empresa por el 100% de la representación laboral.

En este inicio de curso, tenemos que volver a referirnos a la difícil situación que se vive día a día en las oficinas de la red comercial. Los medios de comunicación se hacen eco de la crispación social en relación a determinados aspectos de la actividad bancaria en España, concretamente a la comercialización de ciertos productos financieros. Si bien existen las vías legales adecuadas para cursar las reclamaciones que la clientela quiera ejercer al respecto, en muchos casos la plantilla es el primer parapeto que encuentran las personas afectadas, donde desahogan su insatisfacción y, a veces también, su ira.

A las empleadas y empleados, obviamente, no nos hace falta leer la prensa para percibir ese grado de crispación, ya que desgraciadamente lo sufrimos a diario, de manera numerosa y más o menos violenta.

En esta etapa decisiva, CC.OO. vamos a trabajar con intensidad en todos los desafíos que afectan a la plantilla; la situación actual de las oficinas, en concreto, es un asunto absolutamente preocupante, que incide directamente en nuestra salud y seguridad y que merece toda nuestra atención, por lo que CC.OO. vamos a trabajar a todos los niveles, desde la prevención a la atención de las incidencias personales, exigiendo además un apoyo incondicional de toda la estructura al que es el principal activo de esta empresa: sus trabajadores y trabajadoras.