El 1º de Mayo expresa la aspiración de los trabajadores y trabajadoras en todo el mundo por avanzar conjuntamente en la construcción de sociedades más democráticas, prósperas y justas, con igualdad y sin discriminaciones, con respeto a los derechos humanos, en las que el crecimiento de la riqueza no ahonde las diferencias sociales y territoriales y el empleo y la mejora de las condiciones de trabajo sean una prioridad, en las que la libertad sea un principio básico y la paz una condición irrenunciable.