Seguimos en el Banco de la oscuridad


En el mes de noviembre se procede a abonar los premios de reconocimiento sobre los resultados obtenidos durante el primer semestre de este año. Y, una vez más, nos encontramos en el reino de las tinieblas donde la transparencia es un vocablo eliminado del diccionario de PCC.


Las reglas que miden y regulan este procedimiento se publican al inicio de cada trimestre. Y, aunque en ellas no se publicitan las condiciones de cumplimiento presupuestario para poder obtener un premio de reconocimiento, si se incluyen las penalizaciones por posible morosidad, condiciones que han cambiado para el tercer trimestre.

Una vez comunicados los premios a recibir, nos encontramos con que a varios empleados se les ha anulado el pago, por directrices impuestas desde la Dirección, por la aplicación retroactiva de las normas del tercer trimestre a los dos primeros del año. Las razones para eliminar este premio no corresponden a ninguna de las penalizaciones esgrimidas en las reglas impulsa de los dos primeros trimestres, sino que responden a las directrices mencionadas. La penalización ha sido para todo el importe designado según las reglas de los dos primeros trimestres.

Y esto es así aun cuando las operaciones se concedieron de acuerdo con todos los requisitos marcados por la normativa. Cualquier persona que sepa algo de leyes sabe que las modificaciones a la norma no pueden aplicarse retroactivamente. La arbitrariedad se impone a la racionalidad.

Adicionalmente, el Banco nos informó que, en este pago, se habían incluido dos grupos con mayor porcentaje de premios de reconocimiento, podían llegar al 20 y 25 por ciento anual. La realidad, según la web de oficinas, es que no se contempla esa opción, pero, según hemos podido saber, sí ha habido algunos empleados que van a percibir premios de reconocimiento por encima del 5% que han publicado.

Compañeras y compañeros, estamos ante el ignoto mundo de los premios de reconocimiento, un mundo en el que la Dirección de PCC pone unas reglas que después se las salta a la torera adaptándolas a sus necesidades, que también son ignotas, y en el que la transparencia no existe para poder hacer y deshacer a su antojo.

Esperamos de la Dirección de PCC algo más de profesionalidad en el trato a los empleados. No es de recibo la actuación que están teniendo y, obviamente, se han saltado las clases donde se impartía como incentivar a los empleados, sólo han acudido a la de como presionar.

Recibid un cordial saludo.


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