CONVENIO TIC

Los informáticos `cárnicos` se rebelan


El sector de las TIC pide actualizar el convenio actual, atascado desde 2009, o irá a la huelga.


 
La efervescencia que viven las empresas del sector tecnológico no llega igual a sus trabajadores. Esto es lo que critican los empleados de las TIC, que esta semana han arrancado movilizaciones en Barcelona -también se han convocado acciones en otras ciudades españolas en las últimas semanas- para pedir que se actualice el convenio estatal del sector, bloqueado desde el 2009. En la capital catalana los trabajadores se manifestaron frente del Instituto Municipal de Informática pasado miércoles. Desde principios de año los sindicatos negocian con la patronal, que no ha aceptado mover su posición. El acuerdo laboral afecta especialmente a los trabajadores de las llamadas cárnicas, consultoras que subcontratan informáticos para proyectos de terceras empresas, pero también empleados de compañías de software o del universo de los estudios de mercado.
 
Como explica el responsable del sector de las TIC de CCOO de servicios en Cataluña, Alex Samaranch, piden que se revisen las tablas salariales, ya que en los últimos ocho años dicen que han perdido un 10% del poder adquisitivo con los sueldos congelados. Además, exigen mejoras en un aspecto clave en sus condiciones laborales: la jornada máxima y la disponibilidad horaria. Samaranch recuerda que la jornada máxima en el sector de las TIC es de 1.800 horas, una de las más altas, y que las empresas aprovechan este recurso para alargarlos las guardias. De hecho, avisa de que la patronal busca avanzar en la flexibilización de los horarios, una medida que no satisface los sindicatos, porque consideran que los obligaría a trabajar más veces fuera de horas (una práctica muy extendida en el sector).
 
Estas condiciones, dice el sindicalista, agravan aún más en el caso de los trabajadores más jóvenes. "Los salarios, de entrada, son muy bajos. Nosotros lo que queremos es dignificar y equipar el sector con buenas condiciones ", explica. Es por ello que desde la protesta apunta a las llamadas cárnicas. Antonio Quero hace 15 años que trabaja para este tipo de consultoras, que lo contratan por obra y servicio en proyectos temporales de otras empresas. Sin embargo, en algunos casos estos encargos alargan -desde hace cinco años trabaja como externo para una conocida multinacional tecnológica-, en unas condiciones que, asegura, son "muy similares a la esclavitud".
 

Más trabajo, mismos sueldos

"Para ellos eres un recurso o una mercancía, y acabas haciendo los trabajos fuera de horario o los turnos más complicados que no quieren los internos", explica. En su caso, el pagador es la consultora y, por tanto, no se beneficia de las mejoras salariales que sí reciben los compañeros que están contratados por la empresa. "A las compañías les sale más barato que trabajamos así, pero a la larga no lo es porque se genera mucho malestar". Para los trabajadores del sector es incomprensible que los salarios no mejoren, cuando la facturación del mundo tecnológico sólo se dispara.
 
Según la misma Asociación Española de Consultores (AEC), la patronal de la industria, los ingresos del sector acumulan tres años batiendo el récord de ingresos, hasta los 11.818 millones actuales. El empleo neto también se amplió en un 4,4% y ya se da trabajo a 150.000 personas. De hecho, las plantillas de las consultoras españolas no han dejado de aumentar desde 2009.
 
Fuentes de la AEC aseguraron al ARA que la patronal está haciendo un gran esfuerzo para resolver el proceso de negociación colectiva y confía en que haya "consenso" para el acuerdo. Sin embargo, los sindicatos creen que la organización no quiere ceder en materias como los salarios y avisan de que si no cambia de posición los informáticos irán a la huelga, la primera de la historia del sector.