El pasado mes de septiembre lanzamos una encuesta dirigida a la plantilla del sector financiero sobre el clima laboral. Los resultados NO SORPRENDEN, pero SÍ que PREOCUPAN, y mucho.

El sector financiero en España ha sufrido una reconversión estructural y un cambio en el modelo de negocio en los últimos 15 años, lo que ha supuesto, de facto, un incremento exponencial de la presión y la carga de trabajo que se asume por cada persona.

El malestar por las elevadas temperaturas que se están soportando en el interior de numerosos centros de trabajo en BBVA es INSOPORTABLE, pero sobre todo es INNECESARIO.

Las patronales finalmente aceptan sentarse a negociar tras la solicitud que CCOO hicimos de apertura de los Observatorios Sectoriales para solventar los desequilibrios generados por los EREs y el recorte de plantilla, la creciente presión comercial y el contraste con el incremento de los beneficios, las remuneraciones de la alta dirección y el repunte excepcional de la inflación. Ya se ha fijado el 25/05 para la reunión del Observatorio de Ahorro y estamos pendientes de concretar fechas cercanas para el Observatorio de Banca y la Comisión de Rurales.

Tras dos años de pandemia, queda patente la importancia que tiene situar la salud pública y la salud laboral en la máxima prioridad de actuación. Además de los efectos del COVID-19, el aumento de casos de ansiedad, depresión, estrés y otras patologías han derivado en un aumento de la demanda de profesionales de la salud mental.

El pasado 31 de marzo el banco dejó de abonar los gastos de adquisición de agua embotellada. Pues eso, que al enemigo, ni agua.

¿Alguien ha pensado en cómo y dónde las rellenamos? ¿Es potable el agua tras circular por unas instalaciones sin mantenimiento alguno? ¿Qué garantía higiénica tenemos al tener que rellenar las botellas en lavabos o piletas? Hay quienes regalan envases pero a CCOO nos importa el contenido.

Inspección de Trabajo ha calificado de falta grave la total inacción de BBVA ante una situación de deterioro de la salud de una compañera de la DT Noroeste, provocada por decisiones unilaterales del Banco y denunciada ante la empresa, tanto por dicha compañera como por CCOO.

En BBVA estas son nuestras penosas y lamentables condiciones laborales: carga excesiva de trabajo, presión desmedida, ránking de facturación, objetivos inalcanzables, supervisión asfixiante, fiscalización absoluta de la jornada laboral... Todo ello con una plantilla reducida a la mínima expresión y con el agravante de las bajas laborales derivadas de la pandemia. A este cóctel explosivo, le añadimos la presión proveniente de la clientela, que debido al nuevo modelo de atención presencial, provoca en muchos casos amenazas y agresiones verbales e incluso físicas a las personas trabajadoras que están en primera línea.