Encuesta de salud y clima laboral: la cruda realidad


La plantilla no es responsable de la sucesión de acontecimientos negativos que afectan a Bankia, pero está sufriendo las consecuencias.

Se han recibido 2.868 cuestionarios cumplimentados, lo que permite a esta muestra alcanzar un tamaño considerable y unos resultados representativos, si bien cabe señalar que el 92% de las respuestas proceden de oficinas, frente a un 8% de servicios centrales. La participación por funciones también se corresponde, en general, con la distribución profesional de la plantilla.

Impacto de la situación actual en la salud de las personas.

Lo primero que llama la atención es el elevado número de trabajadoras y trabajadores que declaran haber sufrido amenazas o agresiones verbales, que se sitúa en un 53,66% de las respuestas, así como el de quienes han sentido peligro para su integridad física, nada menos que un 19,89%; porcentajes que se elevan hasta unos alarmantes 66,76% y 25,66%, respectivamente, en el caso de los Directores de oficina.

Aunque desconocemos el dato comparativo con respecto a la situación anterior, no menos llamativo es el resultado de quienes afirman sentir agobio por la presión de los clientes (81,67%), así como quienes confiesan dormir menos o peor (80,11%). Asimismo, el 19,25% dice tomar ansiolíticos de forma habitual y un 21,77% ha asistido a consulta médica en el último año por ansiedad o depresión. Muchos comentarios apuntan, a su vez, a afecciones gástricas, cambios de carácter, cansancio ó apatía. Como consecuencia de todo ello, un 3,17% del total afirma haber estado de baja laboral por estos motivos.

Se ha preguntado si la situación actual de Bankia afecta a las relaciones personales y a las costumbres fuera del horario laboral, y un 82,42% (¡!) ha respondido que sí lo hace, con comentarios que van desde el agobio por las preguntas de familiares y amigos hasta el miedo a salir de casa.

Impacto de la situación actual en el desempeño profesional.

El 99,51% afirma que la imagen de nuestra entidad ha empeorado a los ojos de los clientes y el 85,7% afirma que también lo ha hecho la imagen de la plantilla.

El 97,69% afirma que ahora existe más tensión en nuestra relación con la clientela, debido a la crisis en nuestra entidad (97,31%), a las preferentes (96,51%), a los dirigentes de nuestra entidad (95,11%) y al tratamiento de los medios de comunicación (95,27).

El 94,89% siente que no recibe apoyo suficiente por parte de la empresa; a su vez, el 62,2% siente que recibe apoyo suficiente por parte de su inmediato superior, porcentaje que desciende a un 39% en el caso de los Directores, colectivo que sentiría mucho menos apoyo de los Directores de Zona; y el 56,08% cree que sus superiores le presionan en exceso. Además, el 82,85% consideraría útil un código deontológico del empleado bancario.

Capítulo aparte merece la prolongación de jornada, ya que un elevadísimo 44,03% afirma que en estos momentos prolonga su jornada de forma habitual, por falta de personal, sobrecarga de trabajo, integración informática o para atender incidencias con clientes.

Por funciones profesionales, y además de lo ya comentado, el porcentaje de Directores que afirman sentir una presión excesiva por parte de sus superiores y que prolongan su jornada laboral se sitúa por encima de la media; los Subdirectores también recibirían más amenazas de clientes y más riesgos físicos, por encima de la media, así como más apoyo de su inmediato superior; las personas con cartera propia sentirían más agobio, recibirían más presión de los clientes y también más apoyo de su inmediato superior; mientras que entre las personas en funciones comerciales se habría producido una mayor asistencia a consultas médicas por estos motivos.

En cuanto a resultados llamativos por territorios, en el País Valenciano se alcanzan porcentajes elevadísimos de amenazas verbales (66%), riesgos físicos (23,5%) y prolongaciones de jornada, que reconoce un porcentaje insoportable del 84% de las respuestas, aumentando también la sensación de falta de apoyo, con respecto a la media nacional. En Cataluña también se producirían más amenazas y riesgos físicos, por encima de la media. La prolongación de jornada en Castilla León también sería superior a la media; y en Canarias la sensación de falta de apoyo es superior a la media y se sentiría más presión.

La encuesta incluía, por último, un espacio para aportaciones y comentarios generales, habiéndose recibido una cantidad ingente de los mismos, que enriquecen la encuesta y permiten enfocar mejor los problemas.

Algunas conclusiones

- La tensión que se vive con la clientela y la presión interna que se ejerce desde la estructura jerárquica (empeorada ahora con los efectos de una “meritocracia” mal entendida y peor aplicada, por una parte de esa estructura), unida a una sensación generalizada de falta de apoyo de esa misma estructura y de la entidad, hace que la realidad actual que vive la plantilla de oficinas sea especialmente dura y acuciante. Lo mismo se puede decir de algunos servicios centrales.

- La prolongación de jornada es un serio problema en estos momentos, realidad que es aun mas complicada en territorios concretos, por diferentes motivos, desde la integración informática al impacto de las preferentes, pasando por la falta de personal, la sobrecarga de trabajo o los efectos de la mencionada “meritocracia”, utilizada como elemento de presión y amenaza.

- Estamos ante resultados que en parte podían ser previsibles, pero también sorprende la rotundidad de algunos de ellos y la frecuencia de ciertas situaciones, conformando una situación preocupante.

- Esto confirma lo que CC.OO. lleva tiempo señalando: la situación actual que sufrimos las y los trabajadores de Bankia ha producido un aumento de los riesgos para la salud en el trabajo, tanto físicos (amenazas de clientes, ocupación de oficinas, manifestaciones delante de edificios singulares) como los denominados Riesgos Psicosociales: estrés, ansiedad, depresión...

- La plantilla no es responsable de la sucesión de acontecimientos negativos que afectan a Bankia, pero está sufriendo las consecuencias. Por ello, CC.OO. va a seguir insistiendo, en primer lugar, en que se elaboren las aplicaciones informáticas necesarias para incorporar los mencionados riesgos a la Evaluación que se efectúa en nuestros centros de trabajo.

- En la fase actual es preciso hacer un seguimiento aun más cercano de todos los aspectos relacionados con la salud en el trabajo. Esta encuesta, en concreto, es complementaria con otras iniciativas de CC.OO., así como con las que se vienen desarrollando en coordinación con la empresa y otros sindicatos. En este sentido, se recomienda una lectura detallada de las nuevas herramientas situadas en Intranet y enviadas también por este sindicato: “Protocolo de actuación ante situaciones de violencia en los centros de trabajo” y “Protocolo para la prevención de atracos”.

- Además, y como venimos señalando, desde CC.OO. vamos a combatir la prolongación de jornada, un problema que no es nuevo y en el que es necesario hacer prevalecer los derechos laborales de las y los trabajadores.

- En estos momentos es necesario un apoyo rotundo y sin fisuras de la estructura de dirección a la plantilla, en primer lugar para reducir el impacto de la situación actual en la salud de las personas, pero también como la mejor forma de obtener el éxito y viabilidad de este proyecto empresarial.

- Las compañeras y compañeros se han expresado con claridad, con sentido común y también desde el corazón. Ahora, el deber de todas y todos es tomar nota y actuar en consecuencia, cada cual desde su responsabilidad. 

(Aclaración: recientemente afirmábamos en un comunicado que en Bankia ha aumentado el número de atracos, algo que no es correcto. El nuevo Protocolo para la prevención de atracos debe orientar a las y los trabajadores para efectuar una prevención efectiva y servir de apoyo a las personas que desafortunadamente puedan verse afectadas por una situación de este tipo.)